Descripción
🍄La trufa, esa prima caprichosa de las setas crece bajo tierra y para su recolección se requiere del finísimo olfato de perros adiestrados que solo son capaces de encontrarlas cuando están maduras pues es cuando alcanzan su máximo aroma.
🍄Otro de los animales capaces de encontrar las trufas es el jabalí que, aunque carece de buena vista tiene un olfato inigualable. Se suele utilizar poco pues, aunque es capaz de detectar las trufas más profundas, es muy difícil que el jabalí no se la coma cuando la encuentra.
🍄La época de recolección se restringe a poco más de un mes cada año. Las fechas varían dependiendo de las lluvias y el clima en general. A menor tiempo de recolección, menos trufas y a menos trufas mayor costo. Un kilo de trufa en Europa puede llegar a costar unos 2000 euros. En América el precio se duplica dado que hay que importarlas.
🍄Las trufas no pueden cultivarse a gran escala, sino que se micorrizan inoculando las esporas de las trufa alrededor de las raíces de ciertos árboles. Se espera a que colonicen y se desarrollen. Este es un proceso lento pueden tardar hasta 9 años en dar tubérculos que se puedan recolectar. Estas zonas de cultivo de trufas, son verdaderos tesoros protegidos.
🍄El aceite de trufa puro no existe. Sería impagable debido a las razones expuestas anteriormente. Lo que normalmente se comercializa como aceite de trufa son aceites de oliva de óptima calidad con un 10%-12% de trufa. Su sabor es delicado y, debido al costo que alcanzan, su uso debe restringirse a platos en los que el aroma se exalte en vez de enmascararse, a más sencillo el plato más se luce: huevos, tortillas, arroces, pastas, no conviene mezclarla con otros sabores fuertes o platos excesivamente elaborados.